Buitres de gira por España
El cantante de Buitres dijo en una entrevista con la agencia EFE que si bien los integrantes de la banda "son bastante eclécticos" en sus gustos, todos señalan "lo auténtico" del rock que se hacía a mediados del siglo XX.
"Tiene que ver con la capacidad mágica de ser sencillos y sorprender, una sensación de pureza difícil de encontrar ahora", declaró en la previa a su recital de Madrid.
Tres años después de su última actuación en España, Buitres arrancó una gira que sigue este jueves en la Expo de Zaragoza y el viernes en Barcelona para acabar el sábado en Alicante.
En la sala Moby Dick, ante un centenar de personas, los integrantes de Buitres sintieron, como en sus visitas previas (2004 y 2005), "el contacto emocional con el público uruguayo en España", principal objetivo de la gira, según comentó Peluffo.
"El lema (de la gira "Un brindis por volverte a ver") recrea aquellos encuentros, que fueron muy emotivos y a veces difíciles de dominar para los músicos. La gente nos saludaba, recibíamos mensajes, alguno de los cuales nos transmitía esa sensación bien rioplatense del desarraigo", indicó.
Sin concesiones a la calma, Buitres abrieron con su rotunda "Ojos rojos", del disco "Maraviya" (1993), y alternaron en su repertorio tres temas de su último álbum (2007), "Canción de cuna", "Días mecánicos" y "La oportunidad", con algunos de sus éxitos como "Mincho Bar", "Condenado el corazón" o "Carretera perdida".
"En realidad se trata de revivir acá lo que tenían allá, venir a vernos representa para ellos revivir un momento feliz, en el que estaban rodeados de gente querida", dijo Peluffo.
Y lo cumplió, porque a lo largo de casi dos horas de puro 'rock and roll' con algunos aires de punk y otros temas melódicos, Buitres deleitó a las personas presentes, algunas de las cuales subieron al escenario para fotografiarse con los músicos, lo que demostró la familiaridad en la que se movió el recital.
Sin querer compararse con bandas compatriotas más jóvenes que exportan sus productos, Peluffo declaró que Buitres tiene "una actitud militante" dentro de sus fronteras.
"Nosotros le apostamos al Uruguay. Esta gira española viene en medio de la que estamos haciendo allá, que es un esfuerzo titánico. Sabemos de la dificultad que genera, pero nuestro propósito es compartir la experiencia en el futuro con otras bandas para no dejar crecer el pasto y que luego no se pueda regresar", dijo.
El cantante de Buitres reconoció que "el estudio es algo difícil de dominar", algo que sí tienen asumido los grupos actuales "muy vinculados a la tecnología". Pero en cambio se desenvuelve a las mil maravillas sobre el escenario, donde este hombre "tímido y reservado", que debe alternar la música con la pediatría, se convierte en un verdadero 'showman'.
Peluffo escucha a rockeros como Elvis Presley o Roy Orbison, a músicos brasileños como Chico Buarque o Caetano Veloso y a cantantes uruguayos como Jaime Roos o Eduardo Darnauchans pero también a cantores de tango como Carlos Gardel o Edmundo Rivero.
Quién sabe si, por esa razón, eligieron como cierre de esta noche el famoso "Cambalache", de Enrique Santos Discépolo, al que estos rockeros dan un barniz especial, a medio camino entre el "Johnny B. Goode", de Chuck Berry, y el "Anarchy in the U.K.", de Sex Pistols.
Estos cinco músicos se divierten en las tablas, algo que no pueden disimular. Bajo la dirección artística del guitarrista Gustavo Parodi, bien secundado por Pepe Rambao, y con el ritmo del bajista Orlando Fernández y del batería Nicolás Souto, Peluffo (voz y armónica) asume el protagonismo en el centro de la escena.
"El próximo desafío es saber si tenemos que seguir haciendo canciones. Uno no tiene por qué hacer canciones, sólo cuando uno quiere", reconoció Peluffo. Seguro que si dependiera de su público lo harían...
"Tiene que ver con la capacidad mágica de ser sencillos y sorprender, una sensación de pureza difícil de encontrar ahora", declaró en la previa a su recital de Madrid.
Tres años después de su última actuación en España, Buitres arrancó una gira que sigue este jueves en la Expo de Zaragoza y el viernes en Barcelona para acabar el sábado en Alicante.
En la sala Moby Dick, ante un centenar de personas, los integrantes de Buitres sintieron, como en sus visitas previas (2004 y 2005), "el contacto emocional con el público uruguayo en España", principal objetivo de la gira, según comentó Peluffo.
"El lema (de la gira "Un brindis por volverte a ver") recrea aquellos encuentros, que fueron muy emotivos y a veces difíciles de dominar para los músicos. La gente nos saludaba, recibíamos mensajes, alguno de los cuales nos transmitía esa sensación bien rioplatense del desarraigo", indicó.
Sin concesiones a la calma, Buitres abrieron con su rotunda "Ojos rojos", del disco "Maraviya" (1993), y alternaron en su repertorio tres temas de su último álbum (2007), "Canción de cuna", "Días mecánicos" y "La oportunidad", con algunos de sus éxitos como "Mincho Bar", "Condenado el corazón" o "Carretera perdida".
"En realidad se trata de revivir acá lo que tenían allá, venir a vernos representa para ellos revivir un momento feliz, en el que estaban rodeados de gente querida", dijo Peluffo.
Y lo cumplió, porque a lo largo de casi dos horas de puro 'rock and roll' con algunos aires de punk y otros temas melódicos, Buitres deleitó a las personas presentes, algunas de las cuales subieron al escenario para fotografiarse con los músicos, lo que demostró la familiaridad en la que se movió el recital.
Sin querer compararse con bandas compatriotas más jóvenes que exportan sus productos, Peluffo declaró que Buitres tiene "una actitud militante" dentro de sus fronteras.
"Nosotros le apostamos al Uruguay. Esta gira española viene en medio de la que estamos haciendo allá, que es un esfuerzo titánico. Sabemos de la dificultad que genera, pero nuestro propósito es compartir la experiencia en el futuro con otras bandas para no dejar crecer el pasto y que luego no se pueda regresar", dijo.
El cantante de Buitres reconoció que "el estudio es algo difícil de dominar", algo que sí tienen asumido los grupos actuales "muy vinculados a la tecnología". Pero en cambio se desenvuelve a las mil maravillas sobre el escenario, donde este hombre "tímido y reservado", que debe alternar la música con la pediatría, se convierte en un verdadero 'showman'.
Peluffo escucha a rockeros como Elvis Presley o Roy Orbison, a músicos brasileños como Chico Buarque o Caetano Veloso y a cantantes uruguayos como Jaime Roos o Eduardo Darnauchans pero también a cantores de tango como Carlos Gardel o Edmundo Rivero.
Quién sabe si, por esa razón, eligieron como cierre de esta noche el famoso "Cambalache", de Enrique Santos Discépolo, al que estos rockeros dan un barniz especial, a medio camino entre el "Johnny B. Goode", de Chuck Berry, y el "Anarchy in the U.K.", de Sex Pistols.
Estos cinco músicos se divierten en las tablas, algo que no pueden disimular. Bajo la dirección artística del guitarrista Gustavo Parodi, bien secundado por Pepe Rambao, y con el ritmo del bajista Orlando Fernández y del batería Nicolás Souto, Peluffo (voz y armónica) asume el protagonismo en el centro de la escena.
"El próximo desafío es saber si tenemos que seguir haciendo canciones. Uno no tiene por qué hacer canciones, sólo cuando uno quiere", reconoció Peluffo. Seguro que si dependiera de su público lo harían...
tomado de montevideo.com
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